En la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso desde que la Policía detuviese a Koldo García, exasesor de Ábalos, por el supuesto cobro de comisiones en compras públicas de mascarillas durante la pandemia, Feijóo centró su ‘cara a cara’ con Sánchez en el procedimiento judicial, en el que el PP se ha personado como acusación popular.

El jefe de la oposición arrancó “sin rodeos” y acusó a Sánchez de conocer la trama “al menos desde hacía más de tres años” y taparla. Volvió a achacar el cese de Ábalos al contrato de suministro de mascarillas de más de 50 millones que ahora se investiga y denunció que el PSOE incluyó a Ábalos en sus listas para aforarlo.

“Sabía lo que pasaba en su partido, no engaña a nadie. Su secretario de Organización no le servirá de cortafuegos. Esta trama surge en la cabeza de su partido, está instalada en el corazón de su Gobierno y marca la partida de nacimiento de su carrera política. La caída en desgracia del señor Ábalos no le protege, señor Sánchez, le desnuda. Por eso simplemente nos interesa que nos aclare a cuál de todas las respuestas que ha prometido el señor Ábalos en las próximas entrevistas le teme usted”, concluyó en su primer turno.

“CAUSA SONROJO”

Sánchez, por su parte, respondió que “causa sonrojo” que Feijóo “piense que puede sacar tajada política de la corrupción viniendo del partido que viene y llegando a liderarlo como llegó”; y contrapuso su forma de obrar en este caso con la del PP ante la 'Gürtel'.

El presidente del Gobierno defendió entonces que su Ejecutivo es “implacable” e “incompatible” con la corrupción, la cual “combate” y “no tapa”, a diferencia de los “discursos vacuos” del PP.

Y subrayó que el PSOE apuesta por los “hechos y acciones” y, por tanto, colaborará con la Justicia, garantizará “transparencia y rendición de cuentas” y asumirá "responsabilidades políticas más allá de las judiciales”. “Es decir, todo lo contrario a lo que hacen ustedes”, apostilló.

OTROS MINISTROS IMPLICADOS

Feijóo, en cambio, siguió por la misma senda e insistió en que Sánchez conocía el caso antes del cese de Ábalos en 2021. Por ello, advirtió al presidente del Gobierno que tendrá que “calumniar mucho más” al PP “para tapar la descomposición de su gobierno.

Acusó así a Sánchez de hacer uso de un “ventilador” para no dar explicaciones y pidió más responsabilidades dentro de su partido. En primer lugar, de su secretario de Organización, Santos Cerdán. “La mayoría de los españoles nos estamos preguntando por qué usted ha estimado oportuno exigir el acta de diputado al señor Ábalos y expulsarlo, pero no la del señor Santos Cerdán”, lanzó.

Y también de "todos los miembros de su gobierno o de su partido” salpicados por el caso. Entre ellos, la presidenta del Congreso y expresidenta de Baleares, Francina Armengol; el exministro de Sanidad y líder del PSC, Salvador Illa; el ministro de Política Interterritorial y Memoria Democrática y expresidente de Canarias, Ángel Víctor Torres; y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

“CURRÍCULUM” DE FEIJÓO

Sánchez advirtió al PP de que necesita otro “currículum” para que “su papel de Torquemada” pueda ser “creíble” y prometió que el PSOE y el Gobierno “nunca va a señalar ni a la Justicia ni a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, ante los reproches de la bancada de la oposición.

Entonces cargó contra algunas de las tramas políticas que afectaron al Gobierno de Mariano Rajoy, como la ‘Operación Kitchen’ o el ‘caso Bárcenas’, y también apuntó a las comisiones que el hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cobró por otro contrato de suministro de mascarillas durante la pandemia –que la Justicia no vio irregulares–, y que desataron una crisis interna dentro del PP, que culminó con la llegada de Feijóo a Génova.

“Les hago una pregunta. ¿Por qué cayó el señor Casado? Cayó por denunciar una trama de corrupción de la señora Ayuso en la Comunidad de Madrid. Y usted está en pie por tapar y tolerar esa corrupción”, cerró Sánchez.