Desde Valladolid, al compartir acto del PP junto al presidente en funciones de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, recordó que hace poco más de un mes estuvo en el cierre de la campaña electoral para el 13-F y todo lo que ha pasado desde entonces, sin obviar la “profunda crisis, probablemente la más intensa que jamás se haya vivido”, en el PP.

Feijóo aseguró que mantiene las mismas reflexiones que hizo en su intervención de cierre de la campaña de Castila y León. Por ello, volvió a poner en valor la importancia de la experiencia para hacer una buena política, así como la necesidad de “tener un balance y un proyecto” y de adoptar “decisiones indelegables” para “crear gobiernos estables y solventes”.

El futuro líder del PP quiso ser “meridianamente claro” a la hora de decir que el PP no debe conformarse con el resultado electoral del 13-F. “No me conformo con el resultado electoral de Castilla y León porque creo que Mañueco merecía un mejor resultado por lo que ha hecho, ha trabajado, ha aguantado y por todo lo que hemos hecho en los últimos años”, indicó.

“Debemos ganar todos juntos y debemos ganar a los otros más que todos sus votos juntos”, recetó Feijóo. “Debemos exigirnos más, trabajar más, sacar mejores resultados, ser capaces de convencer a la mayoría de los ciudadanos y pelear cada voto como si fuese decisivo”, incidió el próximo presidente de los populares.

En esta línea, dijo que el PP debe “aspirar a una mayoría indiscutible”. “Aspiro a una mayoría que se concentre en el entorno del PP porque el PP es el mayor punto de encuentro político de los españoles, en el que se sienten aquellos que creen que hay una mejor política de la que se está practicando en este momento en España entre Pedro Sánchez y sus socios”, indicó.

“No me gustan muchas cosas de la política española actual”, prosiguió Feijóo, convencido de que “la mayoría” de españoles también se sienten “incómodos con el Gobierno actual”. “No me gusta la frivolidad imperante, la descalificación constante, no me gusta la tiranía de las minorías y no me gusta el radicalismo de la política española”, reseñó.

También valoró que todos los insultos que está recibiendo es porque los adversarios políticos piensan que su partido puede ganar. En este punto, reivindicó “un PP sólido, unido, centrado, que no tenga miedo a la verdad, a la libertad”, a su “biografía”. También un PP que pueda disculparse por las cosas que no ha hecho bien pero que sienta orgullo por su “balance” de gestión.

“Ese PP sin complejos ha vuelto y aquí está y lo vamos a trabajar todos juntos, sin duda, pero sin complejos”, arengó a los suyos. A continuación, explicó que también cree que la política española “debe recuperar la centralidad” porque “un político no puede vivir de la división de su pueblo” y debe trabajar para “unirlo”.