El documento suscrito por Feijóo apuesta por “triplicar” el personal de Frontex hasta alcanzar los 30.000 efectivos en las fronteras europeas o impulsar “un nuevo pacto mediterráneo” para prevenir la llegada de inmigrantes irregulares. Y, en línea con la propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reclama “disposición” para “sacar lecciones” del acuerdo ítalo-albanés y “explorar opciones para centros de tránsito de retorno que alivien la presión de los sistemas de recepción y asilo”.

Esta declaración del PPE, ratificada en el marco de su reunión previa al Consejo Europeo, se trasladará a la cumbre de los jefes de Estado de la Unión. Y Feijóo celebró que la inmigración cope los “titulares europeos” antes de este cónclave, aunque evitó hacer una valoración ante los medios del pacto de Meloni con Albania para externalizar la tramitación de las solicitudes de asilo, que contempla hasta 36.000 deslocalizaciones de inmigrantes por año. Sí advirtió, sin embargo, de que “no hay una solución mágica” ni “igualitaria y mimética entre todos los países” .

Al mismo tiempo, cargó directamente contra la negativa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque considera que nada “es más inhumano que la falta de política migratoria”. De hecho, denunció que el Ejecutivo español “no deja volar a los aviones del Frontex” sobre aguas canarias. Y se inclinó por declinar la invitación del ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, para retomar las negociaciones y cerrar definitivamente un pacto migratorio si el Gobierno no acepta las reclamaciones de la oposición y asume “responsabilidad” en la crisis de Canarias.

CENTROS DE INMIGRACIÓN EXTRACOMUNITARIOS

La visita de Feijóo a Bruselas se produjo en pleno debate sobre la viabilidad de abrir centros de inmigración en países de fuera de la Unión Europea. Una discusión que inició Von der Leyen al inicio de la semana cuando remitió una carta a los 27 y propuso seguir “explorando posibles caminos a seguir en lo que respecta a la idea de desarrollar centros de retorno fuera de la UE”, aludiendo expresamente al acuerdo entre Italia y Albania.

Esta misiva fue una respuesta a la petición de 17 países europeos que pedían explorar fórmulas para acelerar las deportaciones. Entre ellos, Francia, Alemania, Dinamarca, Italia o Hungría, cuyos gobiernos son de ideologías completamente transversales. Pero no España. Sánchez ya anunció su rechazo a la medida estrella de Meloni.

“Los líderes europeos cada vez son más conscientes y esta preocupación es creciente, constante, continua y no distingue de ideologías”, respondió Feijóo desde Bruselas. “Mientras que los países y sus dirigentes están buscando puntos de acuerdo para luchar contra la política de migración irregular, Sánchez se está quedando solo en este debate”. “No hay una solución mágica ni una solución igualitaria y mimética entre todos los países, pero lo que no podemos en ningún caso es no tener política migratoria y quedarnos aislados”, añadió.

Feijóo tuvo la oportunidad de reunirse con Von der Leyen y el líder del PPE, Manfred Weber, y despachar sobre la inmigración. Y defendió después que España debería luchar por “reforzar los acuerdos de cooperación” con los países africanos en los que se producen las salidas de cayucos y pateras para justamente frenar este fenómeno, especialmente, Mauritania y Senegal. No obstante, evitó valorar la posibilidad de construir centros de inmigrantes fuera de Europa, aunque sí avanzó que el PP apoyará “las soluciones” que se acuerden en el seno del Consejo Europeo.

ESPAÑA ESTÁ “SOLA”

Repreguntado hasta en dos ocasiones por esta cuestión, señaló que “no es lo mismo la inmigración irregular que está padeciendo Polonia a través de Rusia o Bielorrusia que la que está padeciendo España”. “En España nuestro problema es Canarias y a ese problema tenemos que responder”, añadió.

La responsable de inmigración del PP, Ana Alós, ya avisó en una entrevista en Servimedia que los centros en países extracomunitarios no es una medida “factible para todos los países”, ya que están destinados –al menos originalmente– a los solicitantes de asilo, que en España suponen una minoría de las llegadas de migrantes irregulares.

Sea como sea, Feijóo puso de relieve que “España es el único país que no tiene una política migratoria y que no está luchando contra la inmigración irregular”, que no está “activando las herramientas que la Agencia Europea de Fronteras y Costas” proporciona y que “no tiene ningún acuerdo bilateral con países africanos para disminuir el éxodo de personas a través de mafias y de traficantes de seres humano”.

El líder del PP avisó de que la previsión para fin de año es que las llegadas de inmigrantes irregulares superen las 50.000 personas, por lo que insistió a Sánchez a reclamar la ayuda europea. “Hagamos una política migratoria de adultos, busquemos soluciones entre los países miembros y no nos quedemos aislados fuera del consenso europeo”, culminó.

NEGOCIACIONES CON EL GOBIERNO

Por último, Feijóo reclamó al Gobierno que arrime “el hombro” y se haga “responsable de la gestión directa” de la crisis migratoria de Canarias. Insistió así en que debe buscar “acuerdos de cooperación con las comunidades autónomas” e involucrarse en la acogida de menores, al tiempo que alcanza “pactos europeos que sean eficaces para disminuir la inmigración irregular que está padeciendo Europa y muy concretamente España”.

En esta coyuntura, ante la propuesta del interlocutor del Gobierno, Ángel Víctor Torres, de sentarse a negociar el próximo martes, Feijóo le emplazó a firmar el acuerdo suscrito por el Gobierno de Canarias y las 13 comunidades y ciudades restantes del PP el pasado 10 de septiembre, y se inclinó así por declinar la invitación si el Ejecutivo no acerca su posición. “En este Consejo Europeo se va a volver a hablar de inmigración. Quizás después de este Consejo Europeo, el Gobierno pueda mover ficha”, añadió.

El pasado 5 de octubre, el interlocutor del PP, Miguel Tellado, comunicó a Torres que “se suspenden las conversaciones hasta que el Gobierno recapacite y busque el apoyo comunitario para la resolución de un conflicto que no es solo de Canarias y no es solo de España”. Esto es pedir el despliegue de Frontex en Canarias y la activación del Mecanismo Voluntario de Solidaridad para trasladar a menores a otros países europeos.