A su llegada al XXVII Congreso de Directivos CEDE en La Coruña, el jefe de la oposición atendió a los medios y cargó de este modo contra Sánchez, al que responsabilizó de “la mayor degradación de la política española vivida desde la Constitución del 78”. Estas declaraciones se enmarcan en los últimos avances judiciales de las causas abiertas contra familiares, y miembros del Gobierno de Sánchez y del PSOE.

En lo que respecta a su esposa, Begoña Gómez, esta mañana el juez Juan Carlos Peinado citó como testigo a María Cristina Álvarez, la asesora de La Moncloa que hizo gestione en nombre de Gómez sobre la cátedra que dirigía en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Y en lo que afecta a la causa de los hidrocarburos, la empresaria María Carmen Pano aseguró a primera hora del día que llevó 90.000 euros a la sede del PSOE en Ferraz.

“Como representante político, yo me avergüenzo del deterioro y de la degradación política de mi país”, arrancó el presidente del PP ante los periodistas. “El nivel de degradación de la política española parece que no tiene límite. Antes teníamos una información sobre sospechas de corrupción hacia el presidente y su Gobierno cada mes. Después era una información cada semana y después cada día”.

Feijóo deploró que el goteo de informaciones es ya, a su juicio, incesante e insostenible. “En las últimas 24 horas hemos conocido primero que el señor Aldama se ha ratificado en todas las informaciones ante el fiscal de Anticorrupción y que se reunió con la esposa del presidente y la vicepresidenta Teresa Ribera para hablar de negocios. Hemos conocido la imputación del hermano del presidente del Gobierno y del presidente del Partido Socialista de Extremadura por su contratación. Hemos conocido la llamada, nada más y nada menos, que al Tribunal Supremo del secretario general del Partido Socialista [de Madrid], el señor Lobato, para aclarar si ha habido filtraciones ilegales del fiscal general del Estado hacia Moncloa y de Moncloa hacia el señor Lobato”, empezó a relatar.

“Y esta mañana hemos conocido que otra nueva persona la llaman a declarar, una asesora de Moncloa que trabajaba para la actividad mercantil y los negocios de la mujer del presidente del Gobierno, y que otra persona ha dicho que ha llevado dinero a la sede de Ferraz. Esto, insisto, en 24 horas. Nunca hemos vivido una situación de degradación tan fuerte como esta”, remató.

LA “FRIVOLIDAD” DEL GOBIERNO

Con todos estos casos encima de la mesa, vaticinó que este fin de semana en Sevilla los socialistas pondrán su atención en los tribunales y no en el debate interno. Y llamó a Sánchez a retirar su candidatura para ser reelegido como secretario general de los socialistas para que se pueda “abrir una nueva etapa en España” que cierre esta “situación sin límite”.

Tras este breve discurso ante los medios, Feijóo ahondó en esta idea ante los empresarios congregados en La Coruña, ante los que lamentó que “no hay tregua” en estas “semanas convulsas” en las que “todos los días” hay una citación o una imputación nueva sin que se depuren responsabilidades políticas.

“Ocurren cosas todos los días, a veces varias cosas en una jornada, que no habían pasado jamás, y se abordan por sus responsables con una ligereza y con una frivolidad que pagaremos todos. A ningún trabajador ni ejecutivo le favorece la inestabilidad y sobresalto o la presunta corrupción de las instituciones del Estado”, avisó.

Incidió en que España atraviesa “el peor momento político” que él recuerda, pero defendió la utilidad de “la buena política” para “administrar de forma democrática” la sociedad. Y se comprometió a “reconstruir todo lo que se ha dañado en España” durante estos años, “que es mucho”, impulsando “políticas de Estado que vuelvan a estar a la altura de la gente”.

AVAL A LOS EMPRESARIOS

En estos momentos “convulsos”, defendió también su participación en actos como el Congreso de Directivos CEDE o el de UGT, en el que participó este pasado lunes convirtiéndose en el primer presidente del PP en hacerlo en 44 años. Tanto a los empresarios como a los sindicatos les tendió la mano y expuso 10 “reflexiones” idénticas sobre la situación actual del país.

Destacó que “las grandes decisiones” deben ser acordadas por las mayorías y no las minorías, previno de que “infravalorar” los datos de pobreza es “un error” y dio la espalda a la política fiscal del Gobierno. También defendió ayudar a los jóvenes con políticas públicas que “reviertan” el “retroceso generacional”, apostar por una política fiscal sostenible y hacer política sanitaria.

Por último, defendió que la productividad y la competitividad “son sin duda las claves del crecimiento del crecimiento empresarial”. Y abogó por “promocionar y proporcionar un marco regulatorio e institucional estable capaz de generar confianza”, “superar la parálisis legislativa actual” y “poner en marcha una agenda económica que incluya reformas estructurales e inversiones necesarias para transformar” el modelo productivo.