En un comunicado, la Fesp se felicitó porque las movilizaciones de trabajadores de RTVE en los últimos meses han dado su fruto y se ha impedido que entrara en funcionamiento un proyecto "para desmantelar la radiotelevisión pública estatal".

Para la federación sindical, el documento firmado finalmente hace fracasar los planes que se había hecho inicialmente la SEPI en cuanto al número de trabajadores de la nueva corporación, a la red territorial (se tiene una consideración especial con Canarias y Catalunya, donde se mantiene Ràdio 4, aunque con recortes, y aparece también el centro de producción de Valencia), a la desvinculación del Coro y la Orquesta (definitivamente estarán en la corporación y ya no se menciona la creación de una fundación), a sus previsiones de externalización y a la ausencia de proyectos para las nuevas tecnologías de la comunicación.

El comunicado se refirió a la plantilla futura y afirmó que los 6.400 trabajadores que seguirán en el ente pueden sostener una programación adecuada, especialmente porque las redacciones, el núcleo duro de la producción de contenidos, "mantendrán un aceptable número de efectivos, siempre y cuando en la nueva Corporación RTVE se implanten la profesionalidad, la libertad, la independencia y la ética".