Báñez se expresó en estos términos durante la presentación del informe ‘Tomando el pulso al mercado laboral’, elaborado por el Instituto EY-Sagardoy Talento e Innovación, en colaboración con Fedea, BBVA Research y EY Insights.

En la jornada, la exministra explicó que el exceso de normativa obligaría a leer unas 700 páginas al día, “incluidos fines de semana y festivos”, lo que afecta en términos de “competitividad” a las empresas. Por ello, reclamó “estabilidad” y “seguridad” en la normativa.

La también presidenta de la Fundación CEOE resaltó la “prioridad” que supone para las empresas la “apuesta por el talento” para afrontar los retos globales y subrayó que el tejido productivo lo que hace “bien” es “crear riqueza y empleo”, por lo que contar con el tejido productivo es la “solución”.

De hecho, comentó que 85 de cada 100 empleos en España son creados por las empresas que, a su vez, son responsables de la mitad de la riqueza en el conjunto de España.

La exministra puso en valor la reducción de la temporalidad que se ha conseguido con la reforma laboral de hace algo más de un año, lo que calificó de “buena noticia”. No obstante, avisó de que ello no significa que se produzca una caída “real” criticando, además, que mientras la temporalidad se ha situado ya en el 14% en el sector privado, en el público siga siendo del 29%. “Hay un desacople que debemos acometer juntos”, agregó.

VACANTES

En su intervención, Báñez también explicó que se están “incrementando las dificultades” para cubrir determinadas vacantes mientras que hay 3,5 millones de parados. Atribuyó este hecho no solo a la diferencia entre oferta y demanda de empleos y formación, sino al progresivo “envejecimiento” de la población activa.

Este fue uno de los puntos sobre los que el presidente de la patronal valenciana CEV, Salvador Navarro, mostró su preocupación, cifrando en más de 100.000 las vacantes que no se pueden cubrir en la actualidad pese al nivel de desempleo de España.

Con todo, Navarro se mostró optimista sobre la marcha de la economía, subrayando como puntos fuertes el acuerdo sobre la reforma laboral y el despliegue de los fondos europeos, aunque lamentó que estos últimos “no acaban de aterrizar”.

Como amenazas, señaló la inflación, la subida de tipos y el incremento de costes laborales por la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y el alza de las cotizaciones, lo que se verá agravado, en su opinión, por la segunda fase de la reforma de pensiones, que impondrá “más carga” a las empresas.