De acuerdo con estos datos, en 1996 Renault fabricó en sus factorías españolas un total de 353.283 coches, de los que 258.426 se destinaron al mercado exterior y los 94.857 restantes al mercado nacional.

A esta producción hay que sumar los 2.384 derivados de turismo del modelo Renault Express fabricados por Renault en España el pasado año, cifra muy inferior a la de 1995 (15.967 derivados de turismo), como consecuencia de que n 1996 se dejó de fabricar este vehículo.

La importancia de las exportaciones respecto a la producción total de coches de Fasa-Renault prácticamente no ha variado en 1996, ya que el año anterior la compañía exportó 253.635 de los 345.041 turismos fabricados, lo que representa un 73,5%.

Por modelos, el coche de la marca Renault más fabricado en España durante el pasado año fue el Clio, con un total de 125.483 unidades producidas, seguido del Megane (94.464 automóviles), el Laguna (67.179) y el Twigo (66.157).

En 1996, Renault volvió a recuperar el liderazgo en el mercado español, que le fue arrebatado por Ford el año anterior, con unas ventas totales de 121.006 turismos, frente a los 116.102 coches matriculados en 1995. Con estas ventas, Renault consiguió una cuota de mercado del 13,26%, algo inferior a la del 95 (13,9%).

Renault, al igual que el resto de las marcas automovilísticas instaladas en España, depende fuertemente de las exportaciones, y son éstas las que han permitido a las comañías aliviar sus resultados económicos en los últimos años de importantes caídas del mercado nacional de coches.

Sin embargo, los fabricantes españoles consideran que dependen en exceso de las exportaciones, que se dirigen especialmente a países de la Unión Europea, un mercado que, a su juicio, está saturado. En su opinión, lo lógico es que los vehículos se produzcan allí donde se venden.