Según un comunicado del Colegio de Farmacéuticos de Valencia, las medidas acordadas por el Gobierno suponen la desaparición de la prestación famacéutica atual, lo que hace peligrar la práctica de guardias que, hasta ahora, eran gratuitas.

Además, señalan que "el farmacéutico se puede ver obligado a cobrar las recetas, al no poder soportar el adelanto, durante dos meses, del dinero de estos medicamentos".

Los farmacéuticos valencianos, añade el comunicado, "no pueden permanecer impasibles ante la incongruencia sanitaria que supone la introducción de la competencia mercantil y los descuentos en los medicamentos para el futuro lucro de las grande superficies".

A juicio de los farmacéuticos, estas medidas van en contra del ciudadano, porque si se aplican los criterios económicos a los medicamentos se fomenta un modelo farmacéutico que tiene como única meta ganar dinero, desterrando la vertiente social y sanitaria de la farmacia.