Capilla señaló que esta propuesta se sustenta en dos conceptos equivocados, como son la división "errónea" entre fármacos de prescripción y de venta libre "porque todos los fármacos y pueden tener interacciones que en un supermercado desconocen", y la consideración del sector farmacético como un mercado más.

"Para ellos todo es mercado y tratan de acaparar uno más de estos nichos de negocio. Pero el medicamento no es una mercancía más, porque es un producto que tiene unos efectos curativos, pero también unos efectos secundarios e interacciones entre llos ,en muchos casos", explicó.

Recordó que la legislación española regula la venta de medicinas a través de la farmacia (Ley del Medicamento) para proteger la salud pública, y potencia el papel del farmacéutico como agente promtor del uso racional del medicamento.

Por el contrario, el presidente del consejo recalcó que la venta de estos productos en las grandes superficies, mediante ofertas y rebajas, provocaría un mayor consumo de fármacos.