El Colegio de Farmacéuticos de Toledo decidió anoche aplazar esta acción de protesta, tras no recibir la autorización de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, por haberlo solicitado fuera de plazo.

La Dirección General de Trabajo de Castilla-La Mancha ha remitido un escrito en el que asegura que "el cierre convocado no se ajusta a la ley y, por tanto, tiene la consideración de ilegl y podrán derivarse las consecuencias que establecen las legislaciones laborales y sanitarias vigentes".

Según el secretario del Colegio de Guadalajara, José Ignacio Centenera, "podemos cerrar voluntariamente porque la ley nos ampara" y considera que el citado escrito del Gobierno de Castilla-La Mancha "demuestra el poco cariz democrático del presidente José Bono, que trata a los farmacéuticos como si fueran ciudadanos de tercera o cuarta categoría".

Los farmacéuticos de la comunidad autónoma rehazan el proyecto de ley elaborado por la Junta, porque posibilita la apertura de 200 nuevas oficinas en la región y porque elimina el derecho de transmisión familiar de las farmacias.