Entre ellas destacaron el alto porcentaje de centros que todavía se encuentra en obras, la falta de limpieza, la escasez de comedores y la ausencia de transporte interurbano para los alumnos de enseñanzas medias, que tienen que acudir al extrarradio de la ciudad.

La FAPA sostiene que el trabajo de las contratas de limpieza está mal planteado, ya que los empleados acaban su tarea tres días antes de que acabe el curso escolar y reanudan la limpieza al tiempo que se incorporan los profesores.

SegúnAna María Rodríguez, presidenta de la FAPA de Móstoles, "los profesores han entrado en algunos centros educativos hasta pisando botes de coca-cola que estaban allí desde el mes de junio".

Otra de las denuncias fue los desperfectos visibles aún hoy en algunos gimnasios de colegios como el Vicente Aleixandre o el Julián Besteiro.

"En junio se terminaron los dos gimnasios y, a pesar de que la empresa constructora quiso entregar el acta de ocupación y las llaves al Ayuntamiento, nadie quiso hacerse crgo de ellas", indicó Ana María Rodríguez.

Estos gimnasios, según la responsable de la FAPA, fueron asaltados este verano y los desperfectos ascienden a unos cuatro millones de pesetas.