FAMMA-COCEMFE MADRID DENUNCIA DISCRIMINACIONES EN EL TRANSPORTE PARA LOS DISCAPACITADOS
- Asegura que hay un incumplimiento "sistemático" de la ley
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La Federación de Asociaciones de Minusválidos Físicos y Orgánicos de la Comunidad de Madrid (FAMMA-Cocemfe Madrid) denunció hoy el incumplimiento "sistemático" de la LISMI y la Ley de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal para que las personas con discapacidad física puedan viajar en trenes de largo recorrido, cercanías y aviones en igualdad de condiciones con el resto de viajeros.
"Esta problemática es debida a que la mayoría de los medios de transporte incumplen los requisitos sobre igualdad de oportunidades establecidos en las normas que rigen el Estado español. Se crean leyes con carácter partidista que luego no se cumplen, de forma que el colectivo continúa sufriendo importantes problemas de discriminación", asegura la asociación en un comunicado.
Según FAMMA, elegir un trayecto cualquiera o una fecha y un horario disponible a día de hoy resulta una tarea muy complicada y en algunos casos imposible para una persona con movilidad reducida que desee realizar un viaje como cualquier otra persona.
"Los discapacitados no viajan en igualdad de condiciones que el resto de ciudadanos, ya que para ello deberían poder elegir y realizar las mismas actividades que ofrecen los transportes, tanto públicos como privados", dice la organización, que agrega, que, "además, otra de las desventajas es el coste del viaje, que se ve duplicado por sus características especiales al del resto de viajeros".
La asociación asegura que, en lo que respecta a RENFE, las personas con discapacidad sufren discriminaciones como falta de acceso al tren, WC no adaptados, imposibilidad de elección de categoría de viaje o falta de acceso al coche-restaurante.
Sin embargo, de los que presentan un mayor índice de accesibilidad destacan el AVE, las Lanzaderas o el Alaris, aunque también cuentan con deficiencias. El Altaria también es accesible, pero obliga a viajar en primera clase, lo que supone un gasto superior al de otros viajeros.
En cuanto a los trenes de Cercanías, la realidad, según denuncia FAMMA, es todavía peor. Las infraestructuras no están adaptadas en la mayoría de los casos, lo cual limita a las personas que viven en zonas rurales o en el extrarradio, imponiéndoles un buen número de desplazamientos.
En cuanto al avión, también hay un mayor número de obstáculos. Según la normativa actual, en los aviones no pueden viajar más de un 10% de personas con movilidad reducida de la capacidad máxima del vuelo.
Además, la asociación recuerda que es obligatorio que los auxiliares de vuelo tengan la preparación precisa para trasladar a los pasajeros con movilidad reducida al avión y manejarlos dentro de él. Sin embargo, FAMMA sostiene que esta preparación es escasa, lo que se traduce en peligros para el propio pasajero.
(SERVIMEDIA)
24 Ago 2005
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