Para FAMMA-Cocemfe, el colectivo de personas con discapacidad está "disconforme" con esta tarjeta porque, entre otras cosas, "discrimina a algunos sectores de la discapacidad, como las personas transplantadas de corazón o riñón y a las personas con discapacidad intelectual".

A su juicio, este documento "obvia" las necesidades de miles de afectados que requieren la atención de una tercera persona para trasladarse y prima las características del vehículo sobre la persona, ya que no puede ser utilizada por un coche distinto del habitual.

"Desde FAMMA y el Cermi madrileño se considera que, desde la entrada en vigor de la Ley de Capitalidad, el Ayuntamiento de Madrid debería seguir la recomendación del Consejo Europeo para invitar a que las administraciones locales emitan una tarjeta de aparcamiento para las personas con discapacidad que sirva en todos los países miembros", sentenció esta organización.