En cuanto a las solicitudes registradas a países como Rusia y Ucrania, aunque la demanda cada vez es menor, las tramitaciones se ven afectadas, con frecuencia, por incidencias y condicionantes impuestos por los propios países, y que producen a las familias inseguridad en el proceso y dudas sobre las garantías y la calidad del procedimiento de adopción.

La consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel, ha señalado al respecto que las solicitudes de adopción internacional, "normalmente se ven afectadas por las vicisitudes de los países de origen de los niños", al mismo tiempo hadestacado de las solicitudes registradas, "una tendencia de vuelta al crecimiento de solicitudes de adopción internacional desde el pasado año".

En este sentido,De Miguel considera que hay que evitar el incremento desproporcionadode solicitudes de adopción internacional, "por el componente de efecto llamada que se produce en familias que nunca hubieran planeado adoptar, pero que se lo plantean cuando empiezan a conocer a personas o familias cercanas a ellos que lo han hecho".

Por otro lado, De Miguel ha asegurado que, una vez alcanzada la agilidad y eficacia en la tramitación de las adopciones internacionales, en estos momentos el objetivo que se desea alcanzar, es la calidad de las adopciones por encima de la cantidad, "el propósito es que los solicitantes de adopción sean familias con motivaciones sólidas y recursos personales; no se trata sólo de tramitar adopciones sino de construir familias satisfechas".