Según elletrado Aitor Ibero, la juez que instruye el caso no ha respetado la presunción de inocencia de los jóvenes que en todo momento negaron su participación en los hechos y "cuentan lo que hicieron en cada momento con toda clase de detalles".

El abogado considera que sus defendidos son víctimas de una campaña ya que "no son personas a las que detienen en el mismo momento porque les ven, sino que son gente que han tenido sus problemas con la Ertzaintza, son conocidos por ellos. Son gente identificada, y esun antecedente que debe ser tenido en cuenta".

Por ello, mostró su desacuerdo con el auto de prisión de la juez al basarlo, según Ibero, en un mayor valor de las declaraciones testificales de dos ertzainas que la de los propios inculpados.

Por su parte, la madre de Unai Erkiz, Maite Urretabizkaia, leyó un comunicado de los familiares de los tres detenidos dirigido a la sociedad vasca en el que anuncian la posibilidad de interponer querellas judiciales contra "los responsables políticos y los medis de comunicación que han participado activamente en esta campaña de difamación".

Las familias de los jóvenes insisten en la inocencia de sus hijos y criticaron a los medios de comunicación por considerar que han "manipulado los hechos" y les acusan de mantener una "actitud servilista" hacia la Consejería de Interior a la que también critican.

González, Erkiz y García se encuentran actualmente en la prisión de Martutene en San Sebastián acusados de asesinato frustrado y desórdenes públicos al serconsiderados los autores del lanzamiento de cocteles molotov contra una furgoneta de la Ertzaintza que fue incendiada por lo que resultaron heridos sus cinco ocupantes así como dos jóvenes que paseaban por las inmediaciones.

Un cuarto jóven que también iba a ser detenido el pasado martes por la Ertzaintza se dió a la fuga momentos antes de que llegasen los agentes a arrestarle por los mismos hechos.

En el atentado, dos jovenes y cinco agentes resultaron heridos de diversa consideración, uno de elos, José Luis Sánchez, continúa en estado muy grave en la unidad de grandes quemados del Hospital vizcaíno de Cruces y con respiración asistida, sin que los médicos den esperanzas de vida.

Sus dos compañeros que continúan ingresados en el mismo centro evolucionan favorablemente, al igual que una de las jóvenes, Estitxu Uranga, ingresada en el Hospital de la Cruz Roja de San Sebastián.

La joven, Amaia Arruabarrena, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Nuestra Señora de Aránzau de San Sebastián en estado grave.