Antonio González "El Pescadilla" y sus hijas Lolita y Rosario, que al parecer ya han superado la depresión en la que cayeron tras la muerte de sus seres queridos, desean volver al que fuera el hogar familiar, y no venderlo, como se dijo en principio.

El viudo de Lola Flores es el único propietario de la casa, y aunque ésta sigue repleta de recuerdos, cree que ha llegado elmomento de volver al que sigue consderando su hogar.

Tras el verano toda la familia Flores se trasladará a "El Lerele". Lolita y Rosario desean que sus hijos pueden disfrutar de las comodidades y del jardín del chalé, situado en la urbanización de lujo La Moraleja, a pocos kilómetros de Madrid.

Antes del traslado, Antonio González quiere dividir "El Lerele" en tres viviendas independientes, con el jardín y la piscina como zonas comunes, de forma que todos podrán vivir juntos aunque conservando su independencia e intimidad.