Según el RACE, de las casi 600.000 asistencias prestadas en 1995, el 39,1% se debieron a fallos en el encendido, en el motor de arranque, en las bujías, en el alternador o en la batería. El RACE explica que la causa de que el sistema eléctrico sea el que más problemas plantea obedece a que actualmente los componentes de los automóviles son, en su mayoría, elctricos.

Otros fallos detectados en los coches, aunque menos frecuentes, fueron los provocados por accidentes de circulación, que supusieron un 12,9% de las asistencias. Además, un 8,1% de las averías se debieron a fallos en el sistema de refrigeración, que siempre falla más en los meses de calor.

También fueron importantes las averías producidas en el motor, que representaron un 7,2%, debido principalmente a fallos en la distribución, en la junta de la culada o en las correas. El elemento que meos falló, en cambio, fue la suspensión de los coches, que sólo originó un 0,2% de las averías, seguido de los frenos (0,5%) y la dirección (1%).

Otras averías asistidas por el RACE fueron las reparaciones relacionadas con el equipamiento, que supusieron el 1,3% del total, los neumáticos (2,3%), el cambio (2,4%), el embrague (3,3%) y la carburación (4,1%).

En cuanto al lugar más frecuente de las averías, el estudio del RACE indica que la mayoría se produjeron en ciudad, con 459.261 asistencias, loque representa el 77,9% del total. En carretera, el RACE asistió a 108.478 coches (un 18,4% del total), mientras que en autopista realizó 21.813 reparaciones (3,7%).

Los responsables del RACE consideran que muchas de estas averías se podrían prevenir realizando revisiones periódicas a los elementos más importantes del automóvil en concesionarios oficiales, empezando por los elementos eléctricos.