Mata, un vasco de 38 años, sufrió el pasado día 1 de abril, a la diez y media de la noche la rotura de una vértebra y graves daños medulares al caerle sobre la cabeza un trozo de piedra de unos 50 kilos, cuando tocaba la flauta recostado en la pared de la catedral, mientras la joven que le acompañaba pedía limosna.

Fuentes del Hospital Virgen de la Arrixaca informaron hy que la muerte le sobrevino a la una de la madrugada del pasado sábado a causa de un "shock medular", debido a los graves traumatismos que sufrió y que le produjeron inmovilidad en su miembros. El cuerpo del fallecido fue trasladado ayer al Instituto Anatómico Forense de Murcia, donde le fue practicada una autopsia.

El director general de Cultura, Juan Miguel Margalef, aseguró que el "accidente no tuvo relación con las obras de restauración que se llevan a cabo en el templo desde hace 10 años".

xplicó que "la cornisa desprendida estaba ubicada en el único tramo de la catedral que no fue restaurado el año pasado" y que "el desprendimiento fue brusco, por el propio peso de la piedra, como lo evidencia el corte limpio en el sillar".

José Javier Matas, que era el menor de una familia obrera de Beasaín, acabó sus estudios de bachillerato y posteriormente se colocó como mecánico tornero en una factoría de fundición de su pueblo.

Tras quedar parado y buscar empleos esporádicos, decidió dejarlotodo y marcharse a Vitoria, donde conoció a su compañera Florencia Gascón, de 26 años, con la que recorrió diferentes provincias hasta llegar a Murcia.