Muchas personas procedían, además de la capital, de Santander, Burgos, Valencia, Alicante, Barcelona, Sevilla y Málaga, e integrantes de formaciones como Democracia Nacional, Agrupación Juvenil Española o Tierra y Pueblo.

La manifestiación arrancó desde la plaza de Colón con una pancarta que tenía varios símbolos de la Falange y el lema "La respuesta de España". En el centro de la misma se encontraba el jefe nacional de la Falange, Jesús Fernando Cantalapiedra, rodeado de otros falangistas.

A lo largo del recorrido, las pancartas de protesta y las insignias de la falange se mezclaban con mensajes como "esta es la juventud de España" o "ZP has puesto España patas arriba sin respetar a los muertos".

"Rodríguez Zapatero, España es lo primero", "a mí no me engañan Vascongadas es España", fueron algunos de los cánticos que marcaron el comienzo en la manifestación, y que poco a poco fueron cambiando hacia protestas concretas contra las acciones del Gobierno de Zapatero.

Entre ellas, los manifestantes elevaron el tono de la protesta entonando otras como "los maricones que adopten ratones", u otras como "no se toca el Valle de los Caídos".

El final de la manifestación fue en la plaza de Felipe II, donde Cantalapiedra ofreció un mitin a sus simpatizantes en el que recogió una multitud de críticas hacia el Gobierno, los partidos políticos, Europa y los medios de comunicación.

Al finalizar su discurso, Cantalapiedra hizo declaraciones sobre las agresiones a Santiago Carrillo. De este modo, alegó que es la respuesta a un acto que "abre viejas heridas que nosotros dábamos por cerrado". Así, afirmó que los falangistas ven al propio Carrillo como "un genocida y un asesino".