En un largo artículo de análisis sobre la política exterior del Gobierno socialista, la fundación presidida por José María Aznar asegura que Zapatero "barrió de un plumazo" la relación de confianza con Estados Unidos que distintos gobiernos "fueron labrando a lo largo de 30 años de democracia".

"Zapatero", continúa, "es el único dirigente de un país importante que no ha sido recibido durante todo su mandato en laCasa Blanca", mientras, "se ha institucionalizado el ridículo de convertir en "cumbres" que se cronometran por segundos el intercambio de saludos protocolarios".

FAES entiende que la desafección con Estados Unidos obedece al "antiamericanismo de Zapatero" en persona, al que recuerdan su ofensa "consciente" a todos los estadounidenses al no levantarse al paso de su bandera en el desfile de la Fiesta Nacional. "Fue un insulto sin precedentes del que aún estamos pagando las consencuencias".

Las relaciones empeoraron con la retirada de las tropas de Iraq y la apuesta "descarada" de Zapatero por el candidato demócrata John Kerry, que perdió las presidenciales frente a Bush en 2004.

BUENOS REVOLUCIONARIOS

Desde entonces las relaciones con Estados Unidos han estado "bajo mínimos" y Zapatero ha preferido aliarse con "los más radicales de la región, con buenos revolucionarios de acrisolada trayectoria democrática como Hugo Chávez, Evo Morales, Daniel Ortega y Fidel Castro".

En suma, el artículo pretende transmitir la idea de que esta legislatura hay sido "muy negativa" en lo que a política exterior se refiere porque además de "poner en riesgo" los acuerdos básicos con la oposición se ha "quebrado el rumbo" de la diplomacia española.

El artículo firmado por Alberto Carnero, director del área de internacional de la fundación, recuerda la afirmación de Zapatero en el Senado de que "la nación es un concepto discutido y discutible", que descubrió una "rotunda carencia" del Ejecutivo.

"Si no se tiene clara la idea de la nación a la que se sirve es imposible desarrollar una política exterior coherente. El núcleo de cualquier política exterior es la defensa de los intereses nacionales. Cuando no se cree en la nación es imposible definir sus intereses y, por tanto, defenderlos", explica.

A su juicio, "el dúo Zapatero-Moratinos ha sustituido la defensa de los intereses de España por la diplomacia de la sonrisa" y si un Gobierno pretende "llevarse bien con todos" el resultado es que "relega los intereses de la nación".