Según el testimonio de uno de los recepcionistas, un individuo de un metro ocheta de estatura y de cabello rubio se le acercó para pedirle una habitación. En un momento de la conversación, el atracador esgrimió el cuchillo y le amenazó de muerte si no le daba dinero.

Funcionarios policiales, alertados por el recepecionista, detuvieron en las inmediaciones del hotel, situado en la Avenida Marítima de esa capital, a un hombre que concordaba con la descripción, aunque posteriormente se comprobó que no tenía nada que ver con ese atraco.