Alvarez-Cascos telefoneó a los máximos dirigentes peneuvistas el pasado martes día 7 y les expresó su "gran preocupación por todo l que está pasando".

Fuentes peneuvistas consultadas por Servimedia transmitieron a Alvarez-Cascos su "rotunda decisión" de no apoyar las modificaciones introducidas a última hora por el Grupo Popular del Senado a la nueva Ley de Extranjería, tras más de un año de trabajo muy consensuado en el Congreso.

Respecto a las críticas del presidente del Gobierno, José María Aznar, al PNV durante la celebración del XXI aniversario de la Constitución, según las mismas fuentes, Alvarez-Cascos no se refirió aellas y se limitó a mediar en la Ley de Extranjería.

Asimismo, el vicepresidente primero del Gobierno y los dirigentes peneuvistas no hablaron de la ruptura de las relaciones del partido que preside Xabier Arzalluz y el Ejecutivo, ya que todavía no habían decidido retirar su apoyo a los Presupuestos Generales del 2000.