Desde ese momento, según Exteriores, se ha mantenido un "estrecho" seguimiento de la situación y se han "impartido las oportunas instrucciones, a través de la Dirección General de Asuntos y Asistencia Consulares, para que le fuera prestada toda la asistencia necesaria".

En cumplimiento de estas instrucciones, las autoridades diplomáticas y consulares españolas en México han mantenido contactos "permanentes" con las autoridades mexicanas, con la propia interesada y con sus familiares al objeto de "lograr una feliz resolución del caso".

El Ministerio de Exteriores sigue con atención la situación de la joven "confiando en que se resuelva favorablemente".