El consumo de estas drogas por parte de los más jóvenes, asociado al tiempo libre y a los fines de semana, es uno de los fenómeros sociales que más preocupan a los profesionales que trabajan en drogodependencias, porque son muy fáciles de fabricar, son baratas y su adquisición es sencilla.

En cuanto a la convivenca familiar, se da la circunstancia de que los adolescentes que caen en el mundo de las drogas son en su mayoría hijos de familias monoparentales o de matrimonios separados o divorciados.

Además, según se desprende del estudio realizado entre 300 adolescentes de Madrid, Valencia, Sevilla y Baleares, los chicos de entre 13 y 16 años que consumen estas drogas no reconocen que tienen problemas de uso de estupefacientes y piensan que son capaces de controlarlo o de abandonar.

Incluso, muchos de ellos seguran que el alcohol, las "pastillas" y el hachís no son drogas y que esta consideración sólo la tienen la heroína y la cocaína.

Sólo un 15 por ciento de los adolescentes de entre 16 y 19 años reconoce que se enfrenta con este problema y pide ayuda. El consumo de drogas de síntesis afecta en casi la misma proporción a los dos sexos y, sin embargo, las mujeres piden ayuda en menor medida, un 70 por ciento de varones frente a un 30 por ciento de mujeres.

BAJA LA EDAD

Según la muestra, la edad ala que se empieza a consumir tabaco y alcohol ha descendido sensiblemente en los últimos dos años. Antes la edad media a la que los adolescentes se iniciaban en el consumo de estas sustancias rondaban los 14 años, mientras que ahora la edad de inicio se da a los 12 años.

En el caso del hachís, el consumo "normalizado" comienza a los 13 años, mientras que el "éxtasis" se empieza a probar a los 14, la cocaína a los 15-16 años. Algunos jovenes comienzan a probar la heroína a los 18 años. En el estudio seobserva que a los 14 años un 52 por ciento de los adolescentes consume alcohol y un 25 por ciento de las chicas consume cocaína.

La mayoría de los adolescentes que tiene problemas con las drogas abandonan los estudios. Un 40 por ciento no termina la EGB y el 65 por ciento abandona los estudios a los 16 años.

Del estudio se desprende que de estos padres que acuden con su hijo a pedir ayuda, una tercera parte de ellos también tiene problemas con las drogas, especialmente con el alcohol, y algunos hcen un uso "normalizado" del hachís, lo que dificulta el proceso del hijo en su intento de desengancharse.

Las 2º Jornadas Adolescentes, Drogas y Escuela, organizadas por la asociación Proyecto Hombre, subvencionadas por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas y en las que colaboran la ONCE y el Ministerio de Educación, intentan señalar los límites y posibilidades de la escuela como ámbito de prevención, dotar de instrumentos y metodología y contrastar los modelos de intervenciónen materia de drogodependencias.