El estudio, realizado por un equipo del Colegio Edge Hill de Educación Superior, en la localidad británica de Ormskirk, se centró en poner a prueba la llamada "memoria de trabajo" de los participantes, que está relacionada con tareas como la interpretación visual y auditiva, y la comprensión del lenguaje.

Realizando las pruebas bajo presión, los antiguos usuarios tuvieron muchos más erroresque los no usuarios. La mala actuación de este grupo es "preocupante potencialmente ya que implica la posibilidad de efectos a largo plazo que pueden no ser reversibles", indica uno de los investigadores, el doctor Philip Murphy.

Sin embargo, los ex consumidores se consideraron en un estado de mayor alerta mental que los que tomaban éxtasis ahora. Los investigadores creen que esto puede ser indicativo de una regeneración anormal de las fibras nerviosas en el cerebro que contienen serotonina -la substacia química que permite la transmisión de mensajes en nuestro cerebro-, causada por un daño provocado por los efectos tóxicos del éxtasis. Esta regeneración ya ha sido vista en animales de laboratorio que consumieron la droga.