La detención se produjo por estar acusadas de un presunto delito de estancia ilegal en España. Nueve de las detenidas por agentes del Grupo de Documentación y Extranjeros de la Policía son brasileñas, mientras que la décima es originaria de Urguay. Todas ellas tienen edades comprendidas entre 23 y 35 años.

Las mismas fuentes añadieron que, normalmente, estas mujeres son captadas en sus países por proxenetas que les ofrecen unas 100.000 pesetas para el viaje y gastos. Después toman un avión hasta Tánger, desde donde alcanzan por vía marítima la costa española por Algeciras. Una vez en esta localidad son trasladadas en taxi hasta Régil.

El dinero ofrecido a las jóvenes debe ser devuelto, por lo que no pueden salir de la influencia de lo proxenetas hasta pagar la cantidad total. En la mayor parte de los casos, estas personas, que se encuentran en España en situación ilegal, se dedican a la prostitución.

Las mujeres son llevadas a lo que el Gobierno Civil guipuzcoano denomina "clubs de plaza", locales de distintas poblaciones, tanto guipuzcoanas como del resto de España, donde prestan sus servicios y donde los proxenetas cobran el 50% de los beneficios.