Un total de 36 piezas realizadas por autores con diferentes discapacidades visuales (cinco maquetas a escala, seis esculturas, diez pinturas y catorce piezas de material tiflológico) componen esta exposición.

El objetivo del Museo de la ONCE es acercar la cultura a todos los ciudadanos que pueden "ver" las obras y, en especial, a los ciegos y deficientes visuales, quienes las pueden "tocar".

La Exposición "Ver y tocar" recoge también reproducciones en maqueta de monumentos arquitectónicos y escultóricos de nuestro país (San Martín de Frómista de Palencia, los Palacios Árabes, el Patio de los Leones y el Palacio de Carlos V de la Alhambra y la Basílica de El Escorial), especialmente pensadas para que el público ciego las pueda tocar, y así conocer todos los elementos que componen los edificios originales.

Además, pueden contemplarse dos cuadros: "La Terraza de Tossa de Mar", de Teresa Jou, y "El Bodegón de Naranjas", de Rafael Arias Fernández.

Completa la exposición una breve colección de soportes y aplicaciones del braille, así como diferentes sistemas de escritura (pauta de escritura con caracteres visuales, regleta Ballu, regleta Sor y regleta Pando), el braille aplicado a la música (máquina Pitch de ocho teclas para abreu, pauta Abreu- braille y regleta Abreu-Braille), el braille aplicado a las matemáticas (ábaco, caja de aritmética y máquina calculadora) y la escritura braille mecanizada (máquinas Stainsby, Constancon, Pitch y American Foundation).

La exposición itinerante "Ver y tocar" constituye una pequeña muestra del contenido que se encuentra en el Museo Tiflológico de la ONCE con sede en Madrid.

Se trata del primer museo español concebido para que sus usuarios puedan ver y tocar todo lo expuesto. El nombre tiene su origen en la palabra griega "tiflos" (ciego) y alude a todos los aspectos técnicos y culturales relativos a la ceguera.