Esas estimaciones, pendientes de los datos definitivos, suponen un índice de tendencia de la competitividad (ITC) para el mes de mayo del 0,7 por cien, debido fundamentalmente a una ligera depreciación de la peseta frente a las divisas de los países más importantes de nuestro entorno.

Con estas previsiones, la competitividad exterior en precios de los productos españoles habría vuelto a reforzarse en mayo, tras haber registrao una mejora lenta y contínua a raíz de las últimas devaluaciones de la moneda española decididas por el Gobierno, que sólo se alteró el pasado mes de abril, debido a la apreciación de nuestra divisa frente a la de los países de la OCDE.

Ese freno de abril, se debió a que los recortes aplicados sobre el precio del dinero no lograron evitar que los tipos de interés en España sigan siendo superiores en relación a la media de la OCDE. Paralelamente, la divisa española registró una ligera apreciación respcto a las demás monedas comunitarias que tampoco le benefició en el entorno de la Unión Europea.