A esta mejora ha contribuido el tipo de cambio de la peseta, que pese a ser prácticamente igual al del primer trimestre, se ha estabilizado frente al marco. Por contra, los encuestados consideraron que la debilidad de la demanda externa es el factor más negativo para sus exportaciones.

El incemento de la actividad exportadora y de los pedidos se debió fundamentalmente al sector del automóvil, mientras que el agroalimentario y de bienes de equipo mostraron una tendencia a la baja.

Las expectativas de cartera de pedidos a corto plazo también son favorables (el 49% de los exportadores la espera al alza), aunque empeoran ligeramente sobre el trimestre anterior. En cambio, las previsiones a 12 meses son aún más positivas (56% al alza), principalmente en el sector del automóvil.

Los precio internacionales y los márgenes de beneficios se mantuvieron estables en el segundo trimestre para el 65% de los entrevistados, aunque aumentó en 9 puntos, hasta representar el 27%, el porcentaje de empresas con márgenes a la baja, especialmente en los sectores agroalimentario y de bienes de equipo.