Según el informe, la revalorización de activos de la Sociedad que le permitió establecer un saldo de 687,6 millones de pesetas en la cuenta de inmovilizado inmaterial del balance final no está documentada.

La sociedad no tenía recogido el coste de producción de los programas, que ascendió a 323 millones de pesetas. Del mismo modo, Tele-Exo globalizó los derechos de propiedad intelectual y los costes de producción en la única cuenta de inmovilizado inmaterial y los anotó por primera vez el 31 de diciembre de 1992.

Tampoco recogió el valor de las 28.677 cintas de vídeo no vendidas y en depósito, que alcanzaban un importe de 6,2 millones de pesetas.

Los derechos de propiedad intelectual no fueron amortizados, algunas producciones fueron minusvaloradas por la propia sociedad y se les asignó un valor inferior al coste en el período liuidatorio. La sociedad tampoco efectuó los ingresos tributarios correspondientes ni se ajustó al Plan General de Contabilidad.

Por todo ello, el Tribunal de Cuentas considera que los estados financieros que presenta la sociedad relativos al ejercicio 1992 y en su balance final de 31 de marzo de 1993, "no son representativos ni reflejan la imagen fiel de la sociedad ni de su situación económica-patrimonial".