Según las conclusiones provisionales del ministerio público, Sebastián Datzira Masip y Marcelin Canet Serra, que serán juzgados este viernes en la Audiencia Nacional, decidieron protestar contra "lo que consideran ocupación por el Estado español opresor del pueblo catalán", planeando el atentado.

Para que la acción adquiriera mayor resonancia y publicidad, los procesados eligieron una fecha próxima a la "Diada" para ejecutarla.

Así, según la acusación, en la noche del 9 al 10 de septiembre de 1987, los dos procesados penetraron por una ventana en el edificio, propiedad del ayuntamiento de a citada localidad y cuyos locales comparten el juzgado y el Centro Excursionista de Cataluña, y colocaron el explosivo sobre una mesa del despacho de la Secretaría del Juzgado.

La bomba, de fabricación casera y compuesta por 3 kilos de pólvora negra prensada, explotó hacia las 3,45 de la madrugada del 10 de septiembre y derribó el muro que separa el edificio de la vivienda de Emilia Aldoma Sans, que dormía en su habitación y resultó muerta por fractura de cráneo al caerle encima la pared.

La ond expansiva causó además destrozos materiales por un valor total superior a los 8 millones de pesetas.

La acción fue reivindicada después del hecho por la banda terrorista catalana a través de una llamada telefónica a la emisora de televisión TV-3.

El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de atentado, por el que pide 10 años de prisión mayor para cada uno de los acusados, y otro de homicidio, por el que solicita 19 años de reclusión menor.