Los principales problemas surgidos ese día fueron el cierre del aeropuerto de Barajas durante cinco horas y las dificultades para recuperar la operativa durante el fin de semana posterior así como los colapsos en algunas de las principales carreteras de la red estatal. En total, fueron unos 45.000 los ciudadanos que se vieron afectados por estas alteraciones.

Según declaraciones de la ministra en reiteradas ocasiones, la primera de ellas el mismo nueve de enero por la tarde en sede ministerial, se produjo una cadena de fallos que provocó el colapso. En dicha concatenación de errores Álvarez responsabiliza también a la Agencia Española de Meteorología (Aemet), a la Comunidad de Madrid, al Ayuntamiento y a la compañía Iberia.

De hecho, tres días después de la nevada, su ministerio abrió un expediente informativo a la aerolínea por los problemas causados por la presunta huelga de celo de sus pilotos y por las irregularidades en el trato a sus pasajeros.

Posteriormente, el 16 de enero, el Consejo de Ministros, tras analizar un informe sobre lo ocurrido el nueve de enero, eximió de toda responsabilidad a la Agencia Estatal de Meteorología ya que consideró que la previsión realizada por este organismo no desencadenó los mecanismos necesarios para evitar el caos que provocó la tormenta de nieve en Madrid.

Ese día Álvarez no compartió el análisis del estudio con el resto de ministros puesto que se encontraba de viaje oficial en Asia, donde ha mantenido encuentros con dirigentes de Vietnam y Malasia.