EXPERTOS DEL MINISTERIO DE COMERCIO SUGIEREN ABARATAR EL DESPIDO, MAS TASAS PUBLICAS Y REFORMAR LAS PENSIONES PARA ENTRAR EN LA UEM
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Un informe de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Comercio señala que España no alcanza actualmente ninguno de los criterios de convergencia para acceder a la Unión Económica y Monetaria en 1996, y sugiere que robablemente será necesario introducir una serie de medidas adicionales para cumplir los objetivos de Maastricht, entre las que cita el abaratamiento del despido, la aplicación de nuevas tasas en los servicios públicos y la reforma de las pensiones.
El informe, titulado "Convergencia y ciclo político. perspectivas para Europea", ha sido publicado en el último Boletín de Información Comercial Española, una revista oficial del Ministerio de Comercio a la que tuvo acceso Servimedia.
Al analizar los roblemas que afronta nuestro país en este terreno, el informe señala que "España no cumple actualmente ninguno de los criterios de convergencia", pero que, en todo caso, "el principal condicionante económico que soporta nuestro país no está incluido entre los criterios: una tasa de desempleo del 22,5 por ciento, que dobla la de la mayor parte de sus socios europeos y constituye un serio lastre a la hora de definir políticas de ajuste fiscal".
Además, a su juicio, "las previsiones de crecimiento del PI de 3,1 por ciento para 1995 y 3,4 por cien para 1996 no parecen suficientes para lograr, por si solas, una reducción considerable del desempleo, por lo que parece aconsejable profundizar en la reforma laboral, en particular mediante una importante reducción de los costes de despido y dotando de mayor libertad a las agencias de colocación privadas".
Estos expertos del Ministerio de Comercio consideran que, "al margen de desempleo, el elemento más preocupante a la hora de evaluar las posibilidades espaolas de acceder a la tercera fase de la UEM en la fecha prevista es el déficit público".
En su opinión, incluso con las restricciones impuestas en la prórroga presupuestaria de 1996, "una posterior reducción hasta los límites impuestos por Maastricht requerirá de reformas estructurales en temas como las subvenciones a empresas, la introducción de tasas para costear servicios públicos, el sistema financiero de las administraciones locales y autonómicas e incluso, eventualmente, el sistema de pensiones ara fijar una senda de reducción a medio y largo plazo del componente estructural del déficit".
COSTE POLITICO
Ante la tentación de evitar este tipo de reformas impopulares o políticamente conflictivas, el informe advierte que "la evolución del componente coyuntural de los ingresos y pagos públicos no parece suficiente para lograr una reducción significativa del déficit total, por lo que se hace necesario incidir en su componente estructural".
A este respecto, la Secretaría General de Comercio ñade que "es evidente que semejante conjunto de recortes y reformas entraña un coste político, por ello el adelanto de las elecciones a marzo del próximo año podría suponer una ventaja: el próximo gobierno español será uno de los pocos de la UE que afronte con relativa tranquilidad, desde un punto de vista electoral, la fase final del proceso de convergencia, por lo que gozará de cierto margen para acelerar las reformas, existiendo además un consenso entre los partidos políticos mayoritarios sobre la conveiencia de la integración".
Finalmente, el informe explora lo que puede ocurrir "ante la posibilidad de un incumplimiento generalizado de las condiciones de Maastricht, y teniendo en cuenta que un aplazamiento de la tercera fase de la UEM sería percibido como un fracaso".
A su juicio, deben descartarse las dos soluciones extremas: la primera, relajar los criterios de entrada en la UEM sin imponer a los incumplidores compromisos estrictos de restricciones fiscales; la segunda, imponer una aplicació rígida de los criterios de Maastricht, lo que podría impedir la posibilidad de formar parte de la UEM a paises próximos a Alemania y daría lugar a "una zona marco que ya existe de facto, pero no a una Unión Económica y Monetaria a nivel europeo".
Por ello, los autores del informe entienden que "una tercera opción, más plausible, consistiría en mostrar cierta flexibilidad a la hora de admitir a miembros de la UEM, condicionando la permanencia en la misma a severos recortes presupuestarios".
En suopinión, "esta posibilidad es probablemente la más interesante desde el punto de vista económico, ya que la convergencia es más sencilla desde dentro de la UEM que desde fuera".
Además, "tiene la virtud de adecuarse al ciclo electoral: en primer lugar, porque permitiría el acceso de países que no hayan podido cumplir el criterio fiscal por la cercanía de las elecciones, lo que probablemente será el caso de Francia, que celebrará elecciones legislativas en el otoño de 1998, y en segundo lugar porque Almania paralizaría con toda seguridad una tercera fase de la UEM que contemplase una moneda única débil o excluyese a sus principales socios comerciales".
(SERVIMEDIA)
26 Nov 1995
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