Así lo demandaron el presidente de SED, Antonio Pérez; la presidenta de FSED, Sonia Gaztambide; la enfermera educadora del grupo de Educación Terapéutica y vocal de la SED Carmen Yoldi; el presidente de la FEDE, Juan Francisco Perán; y el presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Diabetes de Extremadura, Antonio Lavado, en una rueda de prensa enmarcada en el Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el próximo lunes bajo el lema ‘Educar para proteger el futuro’.

Durante su intervención, Pérez subrayó que, “a pesar de los grandes avances" que se han producido en los últimos años "muy especialmente en terapéutica y monitorización” y en el desarrollo de fármacos que son “muy eficaces, no conllevan el riesgo temible de la hipoglucemia y ayudan de forma indirecta a mejorar otras enfermedades asociadas”, la diabetes continúa siendo “un problema de salud muy importante para los sistemas nacionales de salud”

En este punto, lamentó que España “no ha sido capaz de revertir” el “aumento” de la prevalencia y que “persiste” la reducción de la esperanza de vida de estos pacientes, además de los “costes” para la sanidad que “representa” la enfermedad. A su juicio, urge “mejorar” el proceso de atención de los pacientes con diabetes y, “muy especialmente”, en su “incorporación activa” al tratamiento y manejo de su enfermedad, por lo que juzgó como un “elemento clave” favorecer su educación para dotarles de “conocimiento y habilidades”.

“La educación consiste en acompañar al paciente en su proceso de aprendizaje y ayudarlo a integrar el tratamiento en su vida cotidiana, motivarlo para ello, intentando mantener su calidad de vida”, indicó, para puntualizar que la diabetes es una enfermedad con una “visibilidad muy inferior a lo que le correspondería por la prevalencia y complicaciones” que lleva aparejadas, por lo que llamó a “mejorarla” con la “participación de todos”, incluyendo el personal sanitario, la administración y las asociaciones de pacientes.

En la misma línea, Gaztambide defendió que esta efeméride pretende ser “una llamada de atención” así como “poner de nuevo en el mapa la atención a la diabetes”, que consideró “bastante desigual también dentro de España”. Tras aseverar que la educación “es la base del tratamiento”, manifestó que esta enfermedad "supone un coste derivado de complicaciones crónicas e ingresos hospitalarios" y que, "si educamos, podremos controlar mejor y esas complicaciones crónicas e ingresos hospitalarios añadidos serán menores y podrá reducirse el gasto farmacéutico”.

Por su parte, Yoldi, que ejerce como Enfermera de Práctica Avanzada en la Unidad de Diabetes del Servicio Endocrinología del Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona), coincidió en que, aunque la educación “es la base del tratamiento, en la práctica diaria hay muchas personas con diabetes que no tienen acceso a la educación” y denunció que el acceso de las personas con diabetes a la educación terapéutica “sigue dependiendo del código postal en el que viven, con una falta de equidad preocupante”.

Asimismo, resaltó la necesidad de “acompañar” al paciente en el “aprendizaje y gestión” de las decisiones que debe adoptar, entre las que también citó cómo “manejar” el estrés y “afrontar su día a día”, para lo que, a su entender, “necesita un soporte continuo” como el que proporciona la enfermera educadora, cuya acreditación redundaría, según su parecer, en una “mejora de la calidad asistencial de los pacientes con diabetes”.

En la rueda de prensa, el presidente de FEDE hizo hincapié en el lema de este Día Mundial de la Diabetes y advirtió de que una educación diabetológica “de calidad, continuada en el tiempo para pacientes y también para sus familiares” es la “mayor demanda de las personas con diabetes”.

En este sentido, alertó de la existencia de “un problema bastante serio” con los pacientes con diabetes tipo 2, a quienes, alertó, la educación diabetológica “no se les está dando”, si bien en el caso de los pacientes con diabetes tipo 1 esta “es aceptable", por lo que, "con diferencias entre comunidades autónomas, están bien atendidos”.

Por este motivo, exigió la figura de los educadores en diabetes en atención primaria y, junto a ello, se refirió a otras “muchas demandas” que la federación ha trasladado a la administración y para las que aún “no hay respuesta”, como facilitar un “acceso real” a las nuevas tecnologías, que el material que usan los pacientes sea de “calidad”, impulsar campañas de concienciación, prevención y detección precoz de la enfermedad así como favorecer la “participación real” de los pacientes en foros y mesas de debate “donde se tomen decisiones que afecten al colectivo”.

“Pedimos contar con un sistema nacional de salud basado en la cronicidad y en el paciente crónico y no con 17 sistemas”, espetó, para añadir que la federación que preside está “trabajando para tener un sistema nacional de salud proactivo y no reactivo como ahora” y que, según su punto de vista, esto “pasa por tener una educación diabetológica de calidad y que las decisiones no dependan del rédito político, sino de los resultados en salud”.

Finalmente, también lamentó que en el etiquetado de alimentos hay “ciertos mensajes que llevan a confusiones para los pacientes con diabetes, sobre todo de tipo 2”, algo en lo que coincidió el presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Diabetes de Extremadura, quien también insistió en que, entre las “necesidades básicas” que tienen estas personas, la “principal” es la educación diabetológica “continuada en el tiempo, ofrecida por profesionales, reglada, y también la educación grupal”.