UN EXPERIMENTO PSICOLOGICO PONE EN ENTREDICHO LA FIABILIDAD DE LOS TESTIGOS PRESENCIALES DE DELITOS
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Un experimento realizado por dos psicólogos de la Universidad de Iwoa pone en entredicho la fiabilidad de los testigos presenciales de delitos, al demostrar qu son fácilmente influenciables en el caso de que los interrogatorios policiales no se hagan de manera adecuada.
La investigación, que ha sido publicada en la revista "Journal of Applied Psichology", órgano oficial de la Asociación Americana de Psicología, se basó en proyectar ante 352 personas un vídeo en el que una persona cometía un asesinato.
A partir de ese suceso, se les mostraba cinco fotografías de otros tantos posibles autores del crimen, sin decirles que ninguna de ellas se correspondía on el verdadero asesino. Al realizar las identificaciones recibían, arbitrariamente, una de tres respuestas posibles: "bien, ha identificado usted al verdadero sospechoso", "ha señalado al número X, pero el sospechoso es el número Y", o ningún comentario.
El experimento concluía pidiendo a los participantes que rellenaran un cuestionario para aclarar si estaban muy seguros de su identificación, si habían visto bien al criminal y si estarían dispuestos a identificarle ante un tribunal, entre otras cosa.
El resultado fue que los que oyeron un comentario positivo tras la ronda de identificación se mostraron mucho más seguros que los otros dos grupos, pese a estar todos igualmente equivocados. Además, aseguraron que recordaban todo muy bien, que habían prestado mucha atención y que no habían necesitado mucho tiempo para reconocer al culpable.
Un segundo estudio demostró un fácil antidoto para la distorsión que da lugar a las identificaciones equivocadas. Consiste en formular las preguntas acerca el grado de seguridad sobre la identificación antes de hacer ninguna observación positiva o negativa sobre la elección del sospechoso.
Los autores del estudio señalan que el experimento debe ser tenido en cuenta en la práctica habitual de los tribunales y que debe servir para que, en contra de lo que resulta habitual, no se conceda necesariamente más credibilidad a los testigos que se muestran seguros de su testimonio.
(SERVIMEDIA)
02 Jun 1998
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