Tras la celebración los próximos días de los consejos de ambas formaciones, el 14 de julio UPN ha invitado a los interlocutores convergentes a su sede para ver por televisión el último encierro de los Sanfermines y, seguidamente, intentar alcanzar un acuerdo definitivo.

Los regionalistas no tendrían, hoy por hoy, problema en asumir las modificaciones del texto presentadas por CDN, en las que ya no se habla de órgano de relaciones permanentes, sino de una mesa de encuentros de carcter estable. Además, se expresa que ésta no tendrá competencias y se elimina toda sospecha de contenidos políticos.

Pero el CDN no está dispuesto a que, a menos de un mes de la primera votación favorable al órgano en el Parlamento de Navarra, se le pida a su grupo una nueva votación en sentido contrario para que las Cortes paralicen el trámite de refrendo del texto del Gobierno foral y vasco.

En el fondo, ambas formaciones se han dado una semana de plazo con la excusa de los Sanfermines para, eneste tiempo, conocer la opinión definitiva del PSOE de Navarra de apoyar o no un nuevo Ejecutivo tripartito (CDN-PSOE-IU), un Gobierno de UPN o pasar a la oposición tras el escándalo Otano.