Ambos cheques, con cargo a la cuenta abierta por el Ministerio del Interior en el Banco de España número 25/012128/6, a través de la cual se gestionaan los fondos reservados, están firmados por los dos ex funcionarios, que tenían rúbrica autorizada.

Según declararon hoy ante Garzón, siempre actuaban por orden del entonces director general de la Seguridad, Julián Sancristóbal, que les daba instrucciones estrictas sobre cantidades y entregas de dinero con cargo a esos fondos.

El cheque número 261654, por importe de 7 millones de pesetas, fue librado a nombre de Luis Roldán, pero ni Mínguez ni Quirós recuerdan haber hecho entrega del talón al exdirector general.

Sin embargo, ambos funcionarios reconocieron ante el juez la autenticidad de sus firmas plasmadas en el cheque anteriormente citado y en el número 532806, librado al portador y que, según los datos que obran en poder del juzgado, fue cobrado por Francisco Alvarez e invertido posteriormente en pagarés del Tesoro a nombre su mujer.

El juez instructor también preguntó a los dos testigos por la contabilidad que existía en Interior sobre los gastos reservados. Ambos confirmaron que e el ministerio no se llevaba una contabilidad en sentido técnico, pero sí se hacían apuntes contables que eran destruidos periódicamente por orden de Sancristóbal.

Garzón tomará declaración mañana a José Parra Molina, director de la sucursal de Induban de Jerez, presuntamente utilizada por Sancristóbal para canalizar sus inversiones con dinero proveniente de los fondos reservados.

El miércoles comparecerán ante el juez los peritos de Hacienda en cuyo informe se considera probado que tanto Sancrisóbal como Alvarez se enriquecieron con dinero procedente de esas partidas reservadas del Ministerio de Interior.