La sección primera de la Audiencia de Valencia ha entenido que su vida podría correr peligro en la cárcel porque no se le podrán prestar las atenciones médicas que precisa.

Iborra Martínez, de 62 años, fue condenado, como presidente de la Sociedad Anónima Valenciana de Estacionamientos (SAVE), por la falsificación de facturas que se llevó a cabo en diversos aparcamientos de aeropuertos nacionales con la finalidad de pagar un cánon más bajo al Estado. Su detención en 1986 fue seguida de la dimisión como presidente de la CEV.

Tras la confirmación de lasentencia condenatoria por el Tribunal Supremo, el abogado de Iborra, Manuel Delgado, solicitó que no se ejecutara en atención al delicado estado de salud del empresario, que ha perdido un riñón, padece bronconeumopatía crónica, miastenia grave e insuficiencia venosa en los miembros inferiores, además de problemas cardíacos.

La Audiencia de Valencia después de conocer el estado de salud del empresario y las condicones del centro penitenciario de Picassent (Valencia II), ha optado por suspender el ingrso en prisión.

Esta suspensión está condicionada a que el condenado experimente una mejoría que permita su internamiento sin grave peligro para la salud y a que se creen los servicios médicos penitenciarios precisos para atenderle.

Vicente Iborra tiene solicitado el indulto, actualmente en fase de tramitación, y ha recibido el informe favorable de la fiscalía de Valencia a que se suspenda el ingreso en prisión en tanto el Gobierno decide si concede o no esta medida de gracia.