García hizo estas declaraciones a Servimedia en relación al estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que concluye que 6 de cada 10 médicos españoles apoyan un cambio legal para permitir a los enfermos pedir y recibir el suicidio asistido por un médico y/o la eutanasia activa.

El responsable deFamilia y Vida de la CEE recordó que la "Iglesia no quiere ni el encarnizamiento terapéutico cuando ya no se puede hacer nada por el enfermo, ni la eutanasia, ocasionándole directamente la muerte".

A su juicio, "lo que hace falta es una actitud prudente del médico para determinar el momento en que ya no puede curar al enfermo y no empeñarse en un encarnizamiento terapéutico, pero tampoco acabar con su vida".

"Lo que no se le puede pedir al médico, que está al servicio de la vida, es que sea él elque tenga que actuar de 'asesino' de los enfermos", señaló. A su juicio, no vale el decir "yo tengo derecho a la eutanasia y usted (el médico) me tiene que matar".

García también consideró que esa mayoría de médicos que son partidarios de legalizar la eutanasia se debe a que "el médico no trata al enfermo como un amigo, sino como un cliente que le exige y le demanda cuando no se cumplen sus expectativas".

Finalmente, reiteró que los médicos deben actuar desde la prudencia para "dejar que un paciete (terminal) se muera sin que para él significa un trauma o lo viva como un fracaso".