Ramón Sampedro, de 52 años, sufre parálisis en las cuatro extremidades desde hace 28 años, a causa de un infortunado lanzamiento al agua en el que resultó gravemente contusionado al golpearse contra una roca.

La sentencia reconoce que la petición de Sampedro encajaría en el artículo 143 del nuevo Código Penal, que autoriza determinados supuesos de eutanasia, pero confirma la sentencia del juzgado de Noia, basándose en la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y en la propia Constitución, que en su artículo 15 hace referencia a la protección positiva del derecho a la vida.

En el momento de presentar la apelación, el autor de "Cartas desde el infierno" había solicitado "que la justicia me garantice que no le pasará nada a quien me ayude a morirme, porque yo solo no puedo hacerlo".

Esta mañana Ramón Sampedro anticipó antes de conoce la sentencia que elevaría al Tribunal Supremo su exigencia del derecho a una muerte digna, en caso de que la audiencia provincial denegase la apelación.