Garaikoetxea señaló que se trataría de un gobierno que trabajaría por la construcción nacional y que estaría abierto a todos los partidos dispuestos a ello.

"A veces, en la realidad, un partido que a lo mejor no se llame nacionalista puede desarrollar un programa de desarrollo del autogobierno y una contribución a la construcción nacional del pueblo vasco, enel orden económico, etcétera, a lo mejor tan importante o más que otros que se autoproclamen nacionalistas", dijo.

Tres características que deberán definir a ese gobierno son la honestidad, como capacidad para erradicar las corruptelas; la austeridad, como disposición a hacer la guerra al despilfarro, y la eficacia, como expresión de una política de realidades y no de imagen y de comunicación.

Garaikoetxea destacó que los ejes de la campaña de Eusko Alkartasuna serán además el avance en el autogoierno, la defensa del euskera, el acuerdo social para atajar el desempleo y la normalización y pacificación.

Este último objetivo lo resumió como "un esfuerzo imaginativo, valiente, innovador, que saliendo del inmovilismo y las actuaciones hasta ahora más bien testimoniales que hemos venido observando, apunten a acelerar la reconciliación de la sociedad vasca en un esfuerzo de diálogo, insisto, que no signifique abdicar de las obligaciones democráticas de un gobierno".