El sondeo muestra también grandes progresos en el apoyo de la población a la moneda única y a la adhesión de los futuros países candidatos.

Un dato importante es que el nivel de participación en las elecciones europeas es del 70%. Además, un 55% de los ciudadanos comunitarios cree que e ha avanzado mucho en estos últimos 50 años, dentro del proceso de integración europeo y que, en la actualidad, se progresa más rápidamente en este aspecto que en el pasado.

Cuando se pregunta a los europeos por sus preocupaciones, la respuesta es casi unánime: un 92% sostiene que la lucha contra el desempleo debe ser prioritaria en las políticas de la Unión. Otras inquietudes señaladas son la pobreza, la exclusión social, el narcotráfico, el mantenimiento de la paz y la seguridad.

La posible amliación de la Unión Europea es vista con buenos ojos por una mayoría de ciudadanos, que ve en los futuros candidatos una manera de incrementar el peso de la Comunidad, aparte del enriquecimiento cultural y la seguridad que conllevaría.

No obstante, la encuesta refleja también la preocupación sobre las consecuencias económicas que tendría la ampliación. Casi la mitad de los encuestados cree que este proceso de adhesión le costará más dinero a su propio estado, además del recorte de ayudas financieras qe les puede suponer.

Otro fenómeno que se constata es la creciente aceptación del euro entre los ciudadanos. Los datos de este último sondeo constituyen el récord de aceptación del euro desde 1993. Según el Eurobarómetro, la población comunitaria se ha vuelto más optimista sobre los efectos que traerá la moneda única y en la actualidad sólo 1 de cada 4 europeos se opone a ella.

Por lo que se refiere a la intención de voto para la elección de la nueva Eurocámara, Grecia es el país más favorable, (n 92% de los encuestados), y Austria el más reacio de toda la Unión, (un 58%).