Ese trimestre veraniego registró una media de 1,54 grados por encima de la media del periodo de referencia comprendido entre 1991 y 2020, con lo que superó en 0,2 el récord anterior, de 2022, según indicó este jueves ese servicio climático dependiente de la UE.

Cada uno de esos tres meses de verano ocupó el segundo lugar más cálido registrado para el mes en cuestión, con anomalías muy similares: 1,57 grados más de lo normal en junio; 1,49 en julio, y 1,57 en agosto.

Las temperaturas medias del verano estuvieron por encima de la media en casi todo el continente, con récords en el sureste de Europa y el norte de Fenoscandia (que comprende Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia).

Por el contrario, hizo más frío de lo habitual en algunas regiones de la parte occidental del continente, como Islandia, Irlanda, el norte y el oeste del Reino Unido (que en general experimentó su verano más frío desde 2015) y el sur de Noruega.

"Europa experimentó el verano más cálido registrado en 2024. Las temperaturas extremas en regiones como el sureste de Europa están afectando al bienestar de los europeos, ya que los ciudadanos de esta región están experimentando más estrés térmico que nunca", según Samantha Burgess, directora adjunta del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.

OLAS DE CALOR

Algunas partes de Europa experimentaron olas de calor sustanciales durante el verano. Por ejemplo, el sur de Italia, el sureste de Europa y Turquía se vieron afectados por una en junio, con temperaturas que alcanzaron los 40 grados en muchos lugares, y se batieron récords locales de temperatura.

En julio, las olas de calor afectaron a Italia, Grecia y Bulgaria, mientras que gran parte del sureste de Europa, incluidos Italia, Portugal y España, experimentaron condiciones similares en agosto.

El efecto de las olas de calor se refleja en un número superior a la media de días cálidos en gran parte de Europa durante todo el verano.

En particular, el sur de Italia, los Balcanes, Grecia y el oeste de Turquía registraron días cálidos superiores a la media durante toda la estación, con hasta un 60% más que la media del verano entre 1991 y 2020. La Península Ibérica tuvo un 15% de días cálidos por encima de la media, sobre todo en julio y agosto.

Algunas partes de España, Italia y el sureste de Europa también experimentaron un número superior a la media de noches tropicales, es decir, cuando la temperatura nocturna no baja de 20 grados.

ESTRÉS TÉRMICO

Por otro lado, el sureste de Europa experimentó un fuerte estrés por calor -con una temperatura máxima diaria de al menos 32 grados- durante alrededor de dos tercios del período estival. Con 66 días, este es el número más alto de días de fuerte estrés térmico fuerte en esa zona desde al menos 1950.

En gran parte del sur de Europa se registró el equivalente a dos meses completos con fuerte estrés térmico, con los 60 días en total durante el estío. Algunas zonas de Grecia y el oeste de Turquía tuvieron un fuerte estrés por calor todos los días del verano, y alrededor de dos meses de estrés por calor muy fuerte.

También hubo un estrés térmico muy fuerte en gran parte del sur y el este de Europa, y se produjo un estrés térmico extremo en algunas pequeñas zonas de España y el oeste de Turquía.

Por otro lado, la temperatura de la superficie del mar promediada en todo el mar Mediterráneo alcanzó valores diarios récord a mediados de agosto, con un máximo de 28,45 el día 13 y entonces se batió el récord anterior de 28,20 registrado en julio de 2023.

De media, las temperaturas superficiales del mar estuvieron este verano por encima de la media en todo el Mediterráneo, pero solo alcanzaron máximos históricos en el mar Adriático y las partes orientales de la región.

El mar de Noruega, frente a la costa central de Noruega, también registró temperaturas récord para toda la temporada. Por el contrario, hizo más frío que la media en el Atlántico nororiental, al oeste de la Península Ibérica, al norte de Irlanda y alrededor de Islandia.

LLUVIAS Y RÍOS

Por otro lado, si bien la mayor parte del continente tuvo un número de días lluviosos por debajo del promedio, particularmente el sureste, otras regiones, incluido el norte del Reino Unido, Fenoscandia y los países bálticos, tuvieron hasta 20 jornadas húmedas más que el promedio.

Un 35% de los ríos europeos estaban notablemente o excepcionalmente bajos, especialmente en el sureste, mientras que gran parte de Europa central experimentó caudales medios excepcionalmente altos para la época del año.