González consideró este encuentro como una "punto de arranque" para un proceso de institucionalización del diálogo entre norte y sur que permita la integración de todos los países en términos políticos, económicos y humanos.

Según explicó, el desarrollo de esos tres aspectos es "indisociable, pues la exclusión de uno de ells afectaría a los otros de manera irreversible"

En lo político, describió como objetivo común la búsqueda de la paz y la estabilidad, la disminución de la proliferación de armamento y el compromiso de consolidar el Estado de Derecho, la democracia y el respeto a los derechos humanos.

Defendió la necesidad de promover el desarrollo económico de la zona más allá de las ayudas financieras que la Unión Europea destina a los países del sur y abogó por la implantación de una zona de libre comercio a fiales del presente siglo.

El presidente español insistió en la necesidad de impulsar el diálogo entre civilizaciones "implicando a ciudades y regiones, a Universidades, medios de comunicación y, sobre todo, a los jóvenes".

Pidió también la implantación de medidas ue hagan posible "la plena participación de las mujeres en la vida social y económica, la integración de los emigrantes y las minorías étnicas, la primacía de la tolerancia y el rechazo al racismo".

González felicitó a todos los asisentes a la Conferencia y evitó mencionar las dificultades que se han planteado durante la negociación de la Declaración de Barcelona.