Entre las principales víctimas que se cobran las guerras contemporáneas, las mujeres acaparan las estadísticas más elevadas. Son usadas como arma de guerra, maltratadas y abusadas sexualmente, y muchas de ellas rechazadas y asesinadas para vengar el honor de la comunidad.

Además, las mujeres que son víctimas de abusos sexuales en período de guerra raramente tienen acceso a la protección, la ayuda psicológica, los cuidados médicos o los recursos legales que les permitan superar sus sufrimientos y denunciar a sus verdugos ante la justicia. Para hacer frente a esta situación, uno de los aspectos más novedosos que incluye el informe es la petición de programas de salud sexual y reproductiva para reducir el riesgo de violencia y abusos sexuales de la población femenina.

El informe de resolución, que se someterá a votación mañana, profundiza, además, en la necesidad de adoptar medidas que refuercen la participación de las mujeres en la resolución de los conflictos armados.

"Estamos convencidos de que una de las formas más eficaces para poner freno a esta brutal realidad es que las mujeres se incorporen al diálogo político, participen en pie de igualdad e intervengan en todas las iniciativas encaminadas al mantenimiento y al fomento de la paz y la seguridad", explicó la eurodiputada y portavoz socialista de la Comisión de Derechos Humanos en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano.

"Tan importante es que las mujeres tengan un papel esencial en la reconstrucción democrática de los países arrasados por la guerra como incluir asesores en materia de derechos humanos e igualdad de género en las fuerzas civiles de mantenimiento de la paz que dirige la Unión Europea", concluyó.