La Eurocámara dio luz verde a esa norma por 590 votos a favor, 15 en contra y 15 abstenciones. La propuesta de directiva fue lanzada el pasado mes de marzo por la Comisión Europea, que defiende que los fabricantes estén obligados a reparar electrodomésticos y otros aparatos electrónicos hasta 10 años después de su compra.

La norma continúa con su recorrido comunitario. El Consejo Europeo podría acordar su posición este miércoles. Después, comenzarán las conversaciones entre esta institución y el Parlamento Europeo, cuya primera reunión está prevista para el próximo 7 de diciembre.

Según la UE, rechazar bienes de consumo reparables tiene un profundo impacto ambiental, pues afecta anualmente en la Europa comunitaria a 30 millones de toneladas de recursos, la producción de 261 millones de toneladas de emisiones de CO2 equivalente y la generación de 35 millones de toneladas de residuos.

Los consumidores que optan por sustituir un bien en lugar de repararlo pierden alrededor de 12.000 millones de euros cada año. Según un estudio de la Comisión Europea, el 77% de los ciudadanos de la UE preferirían reparaciones a comprar bienes nuevos.

La propuesta legislativa tiene como objetivo fomentar un consumo más sostenible al facilitar la reparación de productos defectuosos, reducir los residuos y apoyar el sector de reparación.

Los eurodiputados pretenden que, dentro del periodo de garantía legal, los vendedores estén obligados a priorizar la reparación de un artículo si es más barata o de igual coste que su sustitución, salvo que no sea factible arreglarlo o suponga un inconveniente para el consumidor.

Además, los consumidores tendrán derecho a pedir la reparación de productos como lavadoras, aspiradoras, teléfonos inteligentes y bicicletas una vez expirada la garantía.

Para que las reparaciones sean una opción más atractiva, los eurodiputados quieren que los fabricantes ofrezcan dispositivos de repuesto en préstamo mientras dure el arreglo. Si un artículo no se puede reparar, se podría ofrecer otro reacondicionado.

INCENTIVOS

Las personas consumidoras a menudo se desaniman a reparar un producto por sus altos costes, la dificultad de acceder a los servicios de reparación o unas características de diseño que impiden su arreglo.

Según el Parlamento Europeo, reparadores, restauradores y usuarios finales tendrían acceso a todas las piezas de repuesto, información sobre reparaciones y herramientas a un coste razonable.

Además, plataformas en línea ayudarán a los consumidores a encontrar talleres de reparación locales (incluidos cafés de reparación) y vendedores de productos reacondicionados en su zona.

Para que las reparaciones sean más asequibles y atractivas, los eurodiputados proponen ofrecer a los consumidores vales y otros incentivos financieros a través de fondos nacionales de reparación.

“Esta Cámara ha apoyado consistentemente el derecho de los consumidores a reparar y finalmente podemos decir que estamos respondiendo directamente a las demandas de la gente”, según René Repasi, eurodiputado ponente de la iniciativa.

Repasi aseguró que “la gente quiere ampliar la vida útil de sus dispositivos, pero a menudo resulta demasiado costoso o difícil”. “Adoptamos una serie de medidas para alentar a los consumidores a elegir la reparación en lugar del reemplazo, con especial énfasis en apoyar a los reparadores independientes y establecer incentivos financieros”.