El proyecto señala que el Mibor de la circular 8/90 de los préstamos hipotecarios y aquéllos no hipotecarios que no tengan cláusulas de sustitución será reemplazado por un índice fijado pr el Ministerio de Economía para garantizar que ni prestatarios ni prestamistas salgan perjudicados por la introducción de la nueva moneda, es decir, que la adopción del euro tenga efectos neutros.

La OCU critica además que las garantías para la translación neutra de ese Mibor sólo se extiendan a los préstamos hipotecarios y los no hipotecarios sin cláusulas de sustitución, ya que quedarían fuera de los beneficios de la ley los créditos no hipotecarios con cláusulas de sustitución, es decir, aquellos ue tienen en cuenta otros índices alternativos al Mibor, si éste falla.

Martínez señaló que la asociación ha enviado una carta a todos los grupos parlamentarios para que enmienden el proyecto de ley y garanticen que todos aquellos créditos referenciados a cualquier tipo de Mibor, hipotecarios o no y con cláusula de sustitución o no, sustituyan su Mibor por el índice que fije el Ministerio de Economía, para que los consumidores no salgan perjudicados -y los bancos y cajas beneficiados- con la desaparicón del Mibor.

La OCU reclama que la aplicación del artículo 31 tenga un "alcance general y absoluto". Además, considera que la introducción del euro no puede esgrimirse en ningún caso para aplicar cláusulas de sustitución, lo que reportaría perjuicios a los clientes.

Por último, la asociación opina que la intervención del ministro, al fijar un índice que sustituya al Mibor, tiene como finalidad que la introducción del euro sea neutra, es decir, que las entidades financieras no pierdan dinero con l nuevo índice, pero tampoco que salgan beneficiadas en perjuicio de los consumidores al aplicar cláusulas de sustitución del Mibor por otros índices, como el de la CECA, que son claramente más elevados.