No obstante, CCOO advierte de los riesgos que puede conllevar la nueva moneda ante la imposibilidad de que los países miembros puedan llevar a cabo devaluaciones competitivas a nivel nacional En el caso español, CCOO indica que las reiteradas devaluaciones llevadas a cabo no han dado resultados satisfactorios.

Incluso, CCOO apunta que, por el contrario, las últimas devaluaciones de la peseta pueden haber conformado "actitudes pasivas de los distintos agentes económicos y sociales, especialmente los empresarios, confiando a la devaluación la solución de la mayoría de sus problemas estructurales".

Por ello, CCOO recuerda que la imposibilidad de devaluar puede llevar a que las diferencis en el crecimiento de los precios de los bienes y servicios producidos puedan ser compensadas mediante ajustes del empleo o de los excedentes empresariales, aunque está convencido de que se hará a través del empleo, ya que habitualmente se señala a los trabajadores como únicos responsables y se olvida la actitud empresarial.

Para evitar estas tentaciones, CCOO cree que deben adoptarse las medidas oportunas. A su juicio, la mejora de la productividad de las empresas produciendo bienes y servicios con n valor añadido superior será la principal salvaguarda de la creación de riqueza, y, para lograrlo, insiste en que hay que mejorar la organización del trabajo, "incluida la flexibilidad bien entendida en la utilización de la mano de obra".

CCOO aclara que esta flexibilidad no debe confudirse con la plena disponibilidad de la mano de obra bajo decisión unilateral del empresario. Este sindicato añade que otra clave para mejorar la competitividad es mantener una elevada tasa de inversión, tanto pública cmo privada.