En una nota de prensa, la Oficina Euro de la Cámara recomienda "no realizar estos ajustes automáticamente y, sobre todo, tratar de evitar el desprecio hacia las monedas de 1 y 2 céntimos porque, si se generalizara esta tendencia, podría tener un subterráneo y preocupante efecto inflacionario".

La Cámara advierte de que, al acumularse millones de operaciones cotidianas y rutinarias, se puede estar pagandode más o reduciendo el margen por pura comodidad o rechazo de estas monedas.

En los dos meses de convivencia de la peseta y el euro, que acaban mañana, 28 de febrero, cuando la peseta dejará de ser moneda de curso legal, la Oficina Euro de la Cámara de Madrid resolvió más de 1.500 consultas relacionadas con el euro.

Entre las quejas recogidas por esta oficina se encuentra la dificultad que han encontrado las empresas para conseguir monedas de 1 y 2 euros, con las consiguientes molestias para entrgar la vuelta a los clientes.