UN ETARRA GRAVEMENTE ENFERMO REGRESA VOLUNTARIAMENTE A ESPAÑA DONDE ESTA PROCESADO POR EL ASESINATO DE UN POLICIA

MADRID
SERVIMEDIA

El presunto etarra Ascensio María Urrate Riallos, que se encuentra en España desde ayer, está procesado en nuestro país por su participación en el asesinato de un inspector de policía cometido en Vitoria en 1979 así como por otro delito de colaoración con el "comando Nafarroa", según informaron hoy fuentes judiciales.

Urrate Riallos llegó ayer al aeropuerto madrileño de Barajas en un vuelo procedente de México, país en el que residía últimamente. El presunto etarra fue trasladado a España voluntariamente por su familia, dado que padece una grave enfermedad en estado avanzado.

Según las mismas fuentes, Urrate Riallos se encuentra desde su llegada ingresado en un hospital penitenciario, ya que sobre él pesan sendas órdenes de detención pr su implicación en dos sumarios que instruye la Audiencia Nacional, tribunal al que la policía ha notificado su llegada al país.

Las fuentes consultadas indicaron que, no obstante, la Audiencia Nacional no solicitó su extradición por esos motivos, puesto que desconocía el paradero del presunto etarra, aunque sí cursó en su día las correspondientes órdenes internacionales de busca y captura.

Urrate Riallos está procesado por la Audiencia Nacional por su participación en el asesinato a tiros del ispector del Cuerpo Superior de Policía Antonio Recio Claver, cuando se encontraba en una fontanería de su propiedad situada en Vitoria.

Los autores materiales de este atentado fueron Ignacio Aracama Mendía, "Macario", quien actualmente reside en Santo Domingo, y José Lorenzo Ayersatarán Legorburu, mientras que Urrate Riallos y Juan Aristimuñu Mendizábal permanecieron esperando a los asesinos en un vehículo con el que emprendieron la fuga.

En el momento de cometer este atentado, Urrate Riallos y ls otros etarras pertenecían al "comando Araba" del que también formaba parte la etarra Soledad Iparaguirre, actualmente integrada en el "comando Madrid".

Todos ellos fueron procesados por estos hechos, aunque no pudieron ser juzgados, por estar en rebeldía. La única persona condenada por este atentado fue María Luisa Guenechea Guruzeta, madre de Soledad Iparaguirre, acusada de alojar en su domicilio a los etarras tras asesinar al policía.

(SERVIMEDIA)
06 Oct 1994
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